Margherita, napoletana, marinara, quattro stagioni, capricciosa: la pizza es la reina de la cocina italiana y con solo nombrarla se hace la boca agua. Le gusta a todo el mundo y también se puede preparar en casa, amasándola y condimentándola al gusto de cada familia. Los hornos para pizza son los aliados perfectos para una preparación excelente: debe haber un equilibrio entre lo blando y lo crujiente, que depende de la cocción. ¿El secreto? El control total de la temperatura (incluso a 300° y a 320°) de los hornos para pizza de Elica. La cavidad está totalmente aislada del exterior y garantiza un horneado homogéneo, incluso con la potencia al máximo. Además, aunque el horno esté caliente por dentro, por fuera la puerta estará fría, para su seguridad y la de sus hijos. Y eso no es todo: los hornos para pizza de Elica son preciosos. Su sencillez, el vidrio negro y la linealidad de las superficies son elementos que los hacen un objeto de deseo para cualquier cocina. ¿Y el consumo? Una buena pregunta para quien ama la pizza y cocina a menudo estableciendo la temperatura al máximo: los hornos Elica son todos de clase energética A y A+, para evitar desperdicios de energía y facturas demasiado altas.