La clase energética de la campana: lo que hay que saber

La necesidad de desarrollar soluciones tecnológicas cada vez más respetuosas con el medio ambiente ha llevado también a la industria de los electrodomésticos a evaluar sus productos desde este punto de vista. La clase energética es el instrumento con el que se evalúan los electrodomésticos de todo tipo en función de su capacidad para consumir una cantidad menor de energía.

La clase energética es fundamental para introducir en el mercado de los electrodomésticos un criterio de comparación entre productos que tenga en cuenta la eficiencia energética de su tecnología. Las campanas de cocina, como electrodomésticos en todos los aspectos, entran en la categorización de productos con clases energéticas. Pero, ¿Cómo se puede evaluar concretamente la eficiencia energética de una campana? Aquí hay algunos consejos útiles para descubrir toda la información sobre la clase energética de tu campana.

Las campanas de cocina son electrodomésticos en todos los aspectos, a menudo caracterizadas también por un discreto consumo de potencia: el sistema de aspiración se basa en el movimiento de un ventilador situado en el conducto de aspiración, que requiere potencia eléctrica para su funcionamiento. Pero eso no es todo: por más modesto que sea el impacto, incluso los sistemas auxiliares integrados en la campana requieren una cierta cantidad de electricidad, como la iluminación, los sensores internos y los sistemas de integración IoT para los modelos más innovadores.

Con las crecientes exigencias medioambientales, la Unión Europea decidió introducir en 1992 una clasificación por clases energéticas de los electrodomésticos, con el fin de hacer comparables tecnologías e instrumentaciones diferentes desde el punto de vista de la eficiencia energética.

Las clases energéticas se basan en una clasificación por letras del alfabeto y de los "plus" para indicar un rendimiento energético superior: por A+++ se entiende la mejor tecnología posible en cuanto a eficiencia energética según las normas europeas, mientras que el rendimiento energético se reduce a la letra G.  La clasificación tiene en cuenta una serie de factores:

Hay que tener en cuenta que las normas se actualizan continuamente y se revisan en función del desarrollo de tecnologías cada vez más eficientes. Esto significa que un electrodoméstico de clase A de hace 5 años podría ser una clase C actual o inferior: la clasificación obliga a los fabricantes a comprometerse continuamente con la reducción del consumo de sus productos. La clasificación generalmente va acompañada de etiquetas que muestran los datos técnicos de interés para el electrodoméstico, como la potencia absorbida, el ruido, el consumo hídrico y otras indicaciones que pueden ayudar en la comparación de diferentes tecnologías y productos.

Las campanas de cocina tienen que ser categorizadas exactamente como cualquier otro electrodoméstico.

Elica propone muchos modelos de campanas y placas aspirantes de clase energética A o superior, que responden a diferentes exigencias de instalación y configuración arquitectónica:

Otro tema actual es el enfoque en la thermal management de la construcción moderna. Los edificios de clase energética superior deben garantizar una calefacción eficiente, pero sobre todo un aislamiento térmico adecuado de los ambientes interiores para evitar flujos de calor indeseables hacia el exterior. Es por esto que la campana es un elemento crítico: extraer aire desde el interior de un ambiente como la cocina, precalentada por el sistema de aire acondicionado del edificio, y enviarlo hacia el exterior es una práctica que corre el riesgo de socavar fuertemente la eficiencia energética de la estructura, porque parte del aire caliente del aire acondicionado se desperdicia.

Dada la problemática de la aspiración de aire tratado por el sistema de aire acondicionado, para los nuevos edificios de alta eficiencia energética se recomienda encarecidamente la instalación de campanas filtrantes.